No posee dirección,
al menos en línea recta.
Goza, sí, la bendición
de tener un corazón
que a los aires la proyecta.
Es tan frágil y es tan leve
que cuando vuela semeja
flor que se abre cuando llueve
o un suspiro que se atreve
y que al viento se empareja.
Lleva todos los colores
del iris y algunos más
que al roce de los fulgores
del sol, suscitan amores
como tú comprenderás.
Es brillante y es grandiosa
y engrandece la pasión
del clavel y de la rosa
por su forma caprichosa
que le otorga distinción.
Es así la mariposa
que sin una dirección,
se desplaza siempre airosa,
navegante temblorosa
emulando mi canción.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC